Ampliamente reconocido como uno de los músicos más imaginativos de su era, su fusión del rock, funk y la psicodelia hizo que vendiera más de 100 millones de discos.
Prince Rogers Nelson, artista estadounidense de enorme influencia planetaria, murió ayer, a los 57 años, en su casa, en la mansión Paisley Park, ubicada en los suburbios de Minneapolis.
El fallecimiento, confirmado por su representante Yvette Noel-Schure, confirmó también el delicado estado de salud del artista por el que el sábado último debió pedir un aterrizaje de urgencia en Illinois. El músico, que publicó 39 álbumes en 35 años de trayectoria, debió ser trasladado desde el aeropuerto a un hospital, donde estuvo en observación tres horas y luego recibió el alta.
En aquel momento, su representante aseguró que el artista padecía una gripe que lo había obligado a suspender dos conciertos.
Oficialmente se informó que el deceso fue consecuencia de una afección pulmonar.
Prince saltó a la fama a finales de los años ’70 y grabó 39 discos a lo largo de su carrera, entre los cuales se destacan “1999”, “Purple Rain” y “Sign O’ the Times”.
Ampliamente reconocido como uno de los músicos más imaginativos de su era, su fusión del rock, funk y la psicodelia hizo que vendiera más de 100 millones de álbumes.
En 2004 Prince ingresó al Salón de la Fama del Rock and Roll por “reescribir las reglas” de la música con su “síntesis del funk negro y rock blanco”.
Además de la música desarrolló en forma paralela o complementaria a su trabajo discográfico apariciones y performances en el cine, tanto como actor, director y creando bandas sonoras.
Su primera aparición cinematográfica protagónica se dio en 1984 con “Purple Rain”, donde componía a un joven músico en ascenso que debe enfrentar una serie de obstáculos en su camino al éxito.
El filme lo dirigió Albert Magnoli, con él se consagró masivamente y accedió al único Oscar de su carrera como Mejor Banda Sonora.
En su segunda incursión cinematográfica Prince decidió protagonizar, dirigir y componer la música, basada en su disco “Parade”, para el filme “Under the Cherry Moon” de 1986, con el que ganó varios premios Razzie.
Un año más tarde llevó también al cine “Sign ‘O’ Times” -a partir de un disco homónimo- que dirigió junto a Magnoli y en el que se registra un show en Rotterdam rodeado de una historia de ficción por detrás.
El disco doble de 1990 “Grafitti Bridge” se transformó también en un filme que dirigió y protagonizó él mismo y que es una suerte de secuela no declarada de “Purple Rain”.
A su vez, como autor de bandas de sonido para el cine, Prince se destacó en el primer filme de la saga “Batman”, dirigido por Tim Burton en 1989.
En 1996 compone la banda de sonido del filme “Girl 6” de Spike Lee y decenas de interpretaciones y performances puntuales para películas como “Transilvania, mi amor” de John Landis; “Sin miedo en el corazón” de John Singletton; “Happy Feet” o series televisivas como “Beavis y Butt-Head” y “Los Simpson”.
En Argentina
La única y fugaz presencia de Prince en la Argentina se concretó el 21 de enero de 1991 cuando, en la segunda jornada del Festival Rock & Pop que dicha emisora radial organizó en el estadio de River Plate, el músico actuó ante unos 25.000 espectadores.
Por entonces ejercía una notable influencia en la escena musical mundial y tenía en la Argentina a dos seguidores como Charly García y Fito Páez.
Prince también ejerció esos modos al momento de ese único show porteño donde tocó exactos 77 minutos, el tiempo que marcaba el contrato que había firmado.
Lo breve de la presentación no disimuló lo contundente y notable de la performance que desde el piano, la guitarra y la voz compartió con el guitarrista Levi Seacer, la cantante y tecladista Rosie Gaines y el baterista Michael Bland.